Hace justo un mes que cumplí los 28 años y ya te empiezas a plantear usar cremas anti-arrugas, te preocupas por todo lo que está bien colocado siga en su sitio, y cuando te das un atracón tienes remordimientos de conciencia. Sin embargo, creo que todos estos quebraderos de cabeza los ha implantado la sociedad para que nos obsesionemos con ser perfectos.
Gran parte de la culpa la tiene la publicidad. Sin embargo, hay marcas, como Dove, que trabajan con mujeres reales porque quieren que su imagen influya positivamente evitando los clichés. A veces, los más críticos somos nosotros mismo y nos exigimos demasiado, llegando a medidas desesperadas. Pero si aprendemos a querernos tal y como somos siempre nos veremos hermosos por dentro y por fuera.
Y un consejo: no te compares con las modelos.
Nos leemos
PD: De todos modos, desde que he empezado a correr hace unas semanas me siento mucho mejor conmigo misma, así que animo a todo el mundo a mover el culo. Eso sí, no os agobiéis al pisar la báscula, recordad que el músculo pesa más que la grasa 😛
Dale una vuelta 