Si os cuento cómo abandoné junio y como comenzó julio pensaríais que es una historia digna de un guion de Netflix.
Si hace unos días os anunciábamos que quedaban 3 meses para nuestra boda, ahora hay que sumarle 12 meses más y adelantarla un día. ¡Gracias Coronavirus!
Si hace una semana pensábamos en unas vacaciones caseras…
…con unos días tranquilos para estar con los que tanto hemos añorado…
Un 23 de diciembre de 2018 mi pareja y yo nos estábamos dando los regalos de Navidad, ya que no nos veríamos algunos días de las fiestas. Y a pesar de estar en paro, pero movida por el amor que le proceso y por una serie de casualidades mi regalo terminó siendo unas entradas para un concierto.
Pero no un concierto cualquiera en un momento cualquiera. Es el, supuesto, último concierto de Michael Bublé, que se retira para estar con su hijo enfermo, y en el día del 40 cumpleaños de mi pareja.
A raíz de tener que viajar a Madrid ese día, se nos ocurrió aprovechar para coger un avión, después de tanto tiempo sin salir de España.
Después de descartar una lista de varios destinos nos liamos la manta a la cabeza y decidimos que 40 años no se cumplen todos los días. ¡Felicidades, peque!
Así que nos vamos a un lugar donde seremos los típicos turistas
Seremos a los que llaman gallegos
Seremos los que se quedan ojipláticos en Time Square
Seremos una hormiguita más en todo ese bullicio
Seremos víctimas del Jet lag
Seremos unos ilusos que nos iremos creyendo que es un lugar donde todo es posible.
Pero seremos felices
Nos leemos a la vuelta de nuestra semana en Nueva York del 29 al 6.
PD: Si estáis pensando en ir no dudéis en ver los vídeos de Molarvaijar e incluso escribirles un correo porque te responde en pocos días y con muchísima información en un tono muy cercano. Son geniales.