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Publicado en Personal

Cerrado por vacaciones

A ver, que yo a mis días en Galicia en Julio no renuncio.

Pero, es verdad, que desde que soy autónoma ha sido como volver al colegio… Sí, porque yo era de esas «afortunadas» que su dislexia no la dejaban desconectar. Y mis dos-tres horitas me pasaba al día estudiando.

Sinceramente, echo de menos conseguir esa desconexión tan necesaria.

Así que, aunque en agosto no nos vamos a ningún otro sitio, necesito un mes para, que por mi parte, parar lo que puedo.

Nos leemos a la vuelta. ¡Adiós, adiós!

Publicado en Creatividad

Mi proceso creativo

Cada maestrillo tiene su librillo. Y aquí te enseño el mío, aunque sea de andar por casa. Ya sea para crear el contenido de las redes sociales de mis clientes, de las mías propias, redactar los artículos para ILEÓN o, incluso, para escribir este blog tengo un método. Aunque discrepa bastante del que estudié en la carrera de publicidad y el en el Máster de la Miami Ads School.

Uno de los cambios más importantes de la teoría a la realidad es que estoy sola. Ojalá tuviera un director de arte y yo pudiera ser solo la copy, tal como estudié, que se dedica a anotar ideas en un blog de notas analógico. Pero en muy pocas empresas en las que he trabajado se ha dado esa cooperación, y emprendiendo mucho menos. Es cierto, que cuento con apoyo puntual de estudiantes, pero es eso, apoyo y puntual. Pero hacer de todo tiene su aquel…

Por otro lado, yo no tengo un briefing de mis clientes. Ni hablar de un presupuesto decente. ¿Y qué es eso de tener varias semanas para crear una campaña? Aunque cuando una puerta se cierra, la llave de la creatividad las abre, o lo intenta.

He de confesar, aquí, que no nos escucha nadie, que redactar los artículos me parece un proceso más fluido, que la gestión de las redes de otros. Ya que consiste en que se me ocurra una temática, busque las fuentes, las entreviste o me documente y le dé forma. Pero luego, cuando me toca redactar mi blog, como este, me invade el bloqueo creativo, cosas de ser mi peor clienta.

Pero hemos venido a hablar de procesos y no de bloqueos. Y con respecto a la creación del contenido para las redes sociales de mis clientes, lo que hago es:

  • Miro el calendario para ver qué días relacionados con el cliente puedo utilizar para una publicación o promoción concreta.
  • Tengo unas ideas recurrentes que sé que funcionan y ayudan a la marca y deben aparecer cada mes como, siempre que el cliente me facilite lo que necesito: testimonios positivos, un meme que empatice desde la comedia, carruseles explicando un proceso del negocio…
  • Me inspiro en las redes para dar forma a esas ideas con tipos de formatos y montajes.
  • Diseño la parte gráfica de todas las publicaciones.
  • Redacto el copy de todas las publicaciones.
  • Reviso todo.
  • Programo el contenido en Metricool el mejor día y hora.
  • Cuando llega ese momento estoy pendiente de que todo se publique bien, lo muevo por la aplicación e interacciono con otras cuentas para que el algoritmo posiciones, de manera orgánica, mejor el contenido.

Y ya estaría…

Nos leemos. ¡Adiós, adiós!

Publicado en Personal

38 razones

Hay dos momentos en el año que, inevitablemente, hacemos balance de nuestra vida. Uno es Nochevieja, como es lógico, y otro tu cumpleaños. Que, a ver, si cumples años en Navidad con una vez tienes el trabajo hecho de una vez, pero en mi caso, al ser en mayo, me da tiempo a revisar si lo que quería cambiar el 31 de diciembre sigue en la lista de pendientes.

El 18 de mayo he cumplido… Exacto, 38 años. Ya estoy más cerca de la cifra redonda con el 4 que de la crisis de los 30, y créeme que la hubo. He valorado hacer un listado de las razones por las que soy autónoma o por las que me dedico a las redes sociales. Pero, sincera y humildemente, me apetece enumerar los motivos por los que confío en mí. Sí, así de chula soy, aunque desentone.

Y tengo tres razones para hacerlo:

  • Tanto para ser autónoma como para gestionar redes sociales, lo principal es creer en un mismo. Si no lo haces tú, ¿quién?
  • Mi psicóloga siempre me aconseja que escriba pensamientos positivos sobre mí para que calen en mí.
  • Y tengo la esperanza de que lo que diga de mí te sirva a ti también si lo necesitas. Hay verdades universales que todos necesitamos escuchar y recordar.

Bueno, pues allá voy…

  1. Soy creativa.
  2. Soy constante.
  3. Soy tenaz.
  4. Soy trabajadora.
  5. Soy organizada.
  6. Soy puntual.
  7. Soy valiente.
  8. Soy risueña.
  9. Soy energía.
  10. Soy activa.
  11. Soy sincera.
  12. Soy apasionada con los proyectos que me planteo.
  13. Soy buena persona.
  14. Soy buena compañera.
  15. Soy buena pareja.
  16. Soy buena hija.
  17. Soy una actriz decente.
  18. Soy buena redactora.
  19. Soy buena profesional.
  20. He superado el bullying.
  21. He superado ausencias vitales de más de una década.
  22. He superado las críticas de las monjas que no daban un duro por mí.
  23. He superado mis tratamientos médicos.
  24. He superado mi dislexia.
  25. He superado las envidias.
  26. Tengo dos carreras.
  27. Tengo mi propio negocio.
  28. Tengo reconocimientos creativos.
  29. Tengo varios books fotográficos de recuerdo del tipín que tenía.
  30. Tengo amor.
  31. Tengo más de una foto agarrada a mis padres divorciados en mi boda.
  32. Tengo una imagen de redes sociales con personalidad.
  33. Tengo buena predisposición para meterme en todos los saraos que me proponen.
  34. Tengo un pódcast gracias al Club de Marketing de Castilla y León.
  35. Tengo amigos que están conmigo desde hace más de dos décadas.
  36. No tengo vergüenza.
  37. No tengo miedo a pedir ayuda a una profesional para estar bien conmigo.
  38. Me he atrevido a hacer lo que acabo de hacer.

No te voy a negar que me ha costado mucho, pero mucho, completar la lista… Vamos, que me salieron las 5 primeras razones de carrerilla, porque son las típicas que dices en una entrevista de trabajo, pero estoy orgullosa de haber hecho esto por mí, y espero que por ti también.

Nos leemos. ¡Adiós, adiós!

Publicado en Personal

Pero, serás teatrera

El 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro. Un arte que corre por mi ADN porque mis abuelos paternos se conocieron entre bambalinas representando una zarzuela. De ahí vendrá el hecho de que tengo más morro que espalda, y no solo cuando me anestesian en el dentista.

Dicho lo cualo, y ya que este es mi espacio, voy a recordar mis pinitos artísticos. Algunos de ellos muy recientes porque ahora formo parte, como intérprete y secretaria, del grupo 13 Horas Teatro con el que estamos representando «Florido Pensil (niñas)». A ver si me reconoces.

13 Horas Teatro – Florido Pensil Niñas

‘La Máscara Teatro’

Pero antes que eso, mis coqueteos con el escenario empezaron en la universidad con el grupo de la Pontificia. Durante dos años: bailé, reí, lloré, abrí una obra, ayudé a dirigir y llego a ser todo mi mundo.

La víctima perfecta

Fuera del escenario, pero delante de una cámara, ante, incluso, de que existieran las redes sociales como las conocemos hoy. Tuve más de una vez el papel de víctima…

Así que con este «book» interpretativo y el que está por venir puedo decir con orgullo y la cabeza bien alta que sí, soy teatrera. ¿Y tú? ¿Tienes algún arte digno de mostrar?

Nos leemos. ¡Adiós, adiós!

Publicado en freelance

Las dolencias de un community

El último día de febrero se celebra el día de las enfermedades raras, una tortura en vida que he podido conocer de primera mano gracias a la Asociación ADERLE. Donde di un taller básico de Instragram y aproveché para dar visibilidad a su situación en ILEON.

Con su permiso, y sin pretender compararme con su situación, se me ha ocurrido que, ya que hablamos dolor, en muchas ocasiones crónico e intratable, voy a hablar de las cosas que nos hacen pupa a los profesionales de las redes sociales. Y muchas de ellas tienen el mismo origen, los que delegan en ti sin entender tu trabajo.

Querer resultados en el primer mes

Amigos, esto es una carrera de fondo. Y más cuando no hay una estrategia 360 con el resto de patas de tu negocio o cuando no hay una inversión publicitaria que responde el contenido orgánico.

La obsesión de los seguidores

Menos es más. Así es. Si tienes una comunidad de miles de seguidores, lo primero, ni de coña todos son tus potenciales clientes, y lo segundo, el algoritmo muestra más las cuentas pequeñas a sus seguidores.

No contar nada o casi nada de contenido

He llegado a estar gestionando a un cliente durante un año sin ABSOLUTAMENTE nada de contenido por su parte. Ni el logo. Y sí, contenido salía, claro está. Y he de decir que hasta curioso. Pero yo no puedo hacer milagros, queridos. Y ya no digo nada cuando lo que hay que hacer en las redes es mostrar la cara para conseguir empezar con tu audiencia y que te conozcan. Yo no soy tú.

El vender por vender

Y dale con que yo lo que quiero es vender y que se vean bien mis productos. Vamos a ver, las redes es un canal más dentro de tu embudo de venta, no la única puerta para hacerte de oro. Las redes están para entretener. Tienes que pensar en ti mismo como usuario y ver que a ti no te molaría seguir a una cuenta que es el catálogo de Carrefour. El vender sin vender, vende más.

Esas ideas que…

Me encanta que mis clientes tengas iniciativa, pero todo tiene un sentido y motivo. Es decir, una estrategia. Y si se le ocurre hacer un sorteo en la tienda que me lo dice un miércoles, que me hace publicarlo un jueves (si no es antes, pero el time es el time, querido), siendo festivo un viernes y resolviéndolo un sábado… Te digo yo para que ha valido: para NADA. Se supone que un sorteo, por ejemplo, es para incentivar la compra y/o participación… Si no das margen, ¿de qué vale? Pues, sinceramente, solo para ponerme a mí en el disparador. Vamos, que ideas sí, siempre son bienvenidas, pero con margen para valorarlas y sacarles el máximo partido posible.

Cuando sea

Como decía en el punto anterior: el time es el time. Y hay que respetarlos. Primero, crear contenido, de verdad, que lleva tiempo. Siempre que lo quieras hacer bien, claro. Y en mi caso, eso se da por descontado. Y segundo, soy autónoma, no tu empleada con horario de oficina. Si me dices algo hoy para hoy puede que me pilles en chándal en mi casa delante del ordenador con «tiempo» para meter tu pedido en mi proceso creativo o puede que esté fuera haciendo lo que me dé la gana. Cualquier cambio, ocurrencia o sugerencia mínimo con 48 horas de antelación, por favor.

Y ya no digo nada cuando organizo el calendario mensual con tiempo y veo que el cliente me tendrá que facilitar algo. Lo cual se lo traslado con tiempo y se lo voy recordando según pasan las semanas. Pero llega el día en cuestión y ¿qué pasa? Pues que le toca a la Mary Nuky pensar otra cosa en el último momento porque el contenido nunca llega o, mejor, llega días después.

Y esto con lo que respecta a los clientes, bueno, algunos. La verdad es que tengo mucha suerte con la cartera que tengo y estos casos, normalmente, suelen ser puntuales.

Pero si ya nos metemos de lleno en lo que viene siendo la gestión propia de las redes sociales… Podría escribir un libro. Como no me quiero calentar, más, voy a hacer una pequeña lista de las cosas que, digamos, me incomodan, por no decir me enferman, de mis herramientas de trabajo. Seguro que me dejo algunas, así que estaré encantada en que me ayudes a completar la lista:

  • No poder programar el contenido desde la propia app.
  • Ser esclavos de la hora perfecta de publicación.
  • Tener que usar diferentes apps externas porque ninguna es una solución completa.
  • Los problemas de vinculación de apps de la misma empresa.
  • Las tendencias.
  • El gusto musical de algunas tendencias.
  • Las novedades constantes.
  • Las novedades constantes, sin arreglar los problemas antiguos.
  • Las novedades constantes que no se integran al mismo tiempo en todas las cuentas.
  • No money no view.
  • No a más horas de dedicación mejores resultados.
  • Ser esclavos de las métricas.
  • El follow no follow.
  • Tener que estar todo el día en la app para que el algoritmo entienda que la usas y te «premie» mostrando más tu contenido.
  • No poder desconectar porque trabajo para las redes sociales…

Nos leemos. ¡Adiós, adiós!