La Navidad está a tiro de piedra y hay que reconocer que muchas cosas de las que se hacen en estas fiestas es por y para los niños: decorar las casa con nacimientos que combinan pinipon con playmovil, dejar leche y galletas a Papá Noel o los Reyes Majos y hasta un barreño de agua para los camellos, ir a la cabalgata a ver a sus majestades corriendo el riesgo de que un caramelo te deje tuerto, seleccionar 3/4 de los juguetes de un catálogo para que luego solo llegue uno grande como representación de todos los demás…
La infancia es la mejor etapa de la vida: no tienes más preocupaciones que jugar hasta agotarte o quedarte sin aire, tu imaginación es tu herramienta de trabajo, a veces para ser feliz sólo necesitas una pelota, te quedas con lo importante de las cosas, y haces todo sin malicia. Así que por mi parte ser ignorante o inocente más que descalificativos son una bendición.
Aunque otros tienen unas ganas locas por crecer, se toman las cosas muy enserio demasiado pronto y quieren aparentar una madurez demasiado precoz. Un poquito de por favor, disfruten de ser niños, tangan los años que tengan, que para ser serios la vida te brinda muchas oportunidades.
Eso sí, una cosa quiero dejar clara, a pesar de haber escrito este post y de haber abogado por la infancia, los hijos que los tengan otros.
Nos leemos.
Nuky
PD: Os dejo mi última colaboración en el blog de futuro sostenible.
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